Se pueden obserbar muchísimos productos raros, de diversa forma gustos y colores, de pronto se escucha: "¡Por favor deténganlo! ¡por favor deténganlo! !por favor…!", grita con desesperación una mujer al ver como un joven se llevó su cartera y se perdió en la multitud, que transitaba por la calle José León Suárez al 100, del barrio de Liniers. tras el asalto la victima cayó rendida en el piso de la vereda y entre el llanto repetía una y otra vez: “Se llevaron mi celular y toda mi plata”.
En voz baja murmuro que no quería hablar del tema, mientras una señora, de pollera y trenza muy larga, protestaba por la inseguridad, en quechua. Luego de unos minutos, la víctima reaccionó, se puso de pié, con sus manos secó las lágrimas de sus ojos negros, se fue caminado hasta que su cuerpo delgado se mezcló entre la multitud.
"!Torta, torta!.Caserita lleva me, sale tres pesitos!, se escuchaban los gritos de una señora, que carga a su hijo en el brazo derecho, ofreciendo una tajadita de la torta. Otra, mujer en la entrada del local Don Juanito, ofrece sus productos: !Mamitay, hay quesito de cabra, chuño, mote, trigo, locoto...llevate, te voy a yapar!.
En esta zona comercial del barrio de Liniers, de Buenos Aires, sobre la calle J. León Suárez, mas exactamente entre Ibarola y Ramón Falcón, se puede encontrar toda clase de productos típicos de Bolivia, restaurantes, ropa, música, etc. y es el punto de encuentro de la comunidad boliviana, una de las más grandes colectividades recidentes en la Argentina. Visitar este lugar es viajar ímaginariamente hasta un mercado de Bolivia.
Hay dos galerías, casi frente a frente, con muchos locales que venden desde joyas, CD, DVD, ropa, juguetes y en las puertas helados, licuaditos de fruta, jugos de lino o durazno y empanada rellenas con queso que cuestan 2.50 peso, cada una. Incluso, se pueden comparar o alquilar en algunas tiendas los coloridos trajes del folklore boliviano o incluso contratar a algunos grupos musicales bolivianos.
La mayoría de estos locales venden una gran variedad de productos regionales típicos bolivianos como por ejemplo: el chuño (papa deshidratada), haba frita, mote, trigo partido, locoto, lino, etc. También, se venten frutas tropicales como la papaya, platano, mango, yuca, pacay, maracuyá, entre otros. En especial, en estos lugares uno puede encontrar muchos contimentos, semillas, y frutas secas, por precios más económicos que el el barrio Chino del barrio de Belgrano.
Casi al llegar a la esquina de la calle Ibarola, un olor muy rioco invade el paseo: unos chorizos colorados, flaquitos y chiquitos se fritan en una sartén, que luego es servida como un sanwich, con pan y una ensalada mixta. "cinco pesitos señora", dice la vendedora, al preguntar el precio.Unos pasitos mas allá, se pueden obserbar dos restaurantes gastronómicoszonas alerañas, muchísimos más.
Esta zona, a unos metros de la estación de Liniers, además de funcionar casi como un mercado, es un sitio de encuentro de todos “Los Paisanos” (hermanos de la misma tierra) para no olvidar sus constumbres y raices .
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